Después de detectar un patrón común en la cultura de los argentinos y de una investigación de mercado que duró aproximadamente un año, en el 2003 Coca Cola lanzó al mercado local Nativa, una gaseosa con sabor a yerba mate. La idea era ser la Guaraná de Brasil o Inca Kola de Perú, pero lejos de eso, después de 8 meses tuvieron que retirarse del mercado.

¿El por qué?  Coca Cola posicionó a Nativa como una bebida con sabor a yerba, la cual fue percibida como mate frío y bastante feo. Porque el mate no es solo una bebida, es mucho más que eso. Es un ritual, es COMPARTIR.

¿La enseñanza? Enfrentar el fracaso sin desaminarse, salir más rápido al mercado, probar y ajustar el producto.

Los contextos inestables implican cambios constantes, de los negocios, de las personas y de las formas de vincularnos. Eso es el Modo Beta, es hacer, es probar, detectar esos puntos que condujeron al fracaso y mejorarlos para volver a lanzar la evolución del producto.  Aceptar el error como parte del proceso de aprendizaje, sin desanimarse, y romper con el modelo de perfección instaurado.

Porque en definitiva la capacidad de adaptación de un producto es lo que le permite sobrevivir. El fracaso sin aprendizaje es un costo. Aprender del error, es transformar el costo en una inversión.