“No hay tiempo de familiarizarse con un estilo de vida, porque el cambio es constante. Hay que aprender lo nuevo y olvidar lo anterior a una velocidad sorprendente”. Zygmunt Bauman.

Esto se vuelve de extrema importancia para quienes trabajamos en marketing porque toda nuestra disciplina se basa en el profundo entendimiento de las personas y de su relación con los productos y servicios ofertados en el mercado. Conforme evolucionan o se modifican las relaciones entre las personas, el marketing de marcas, productos y servicios, se moderniza y debe adaptarse a los nuevos vínculos. Es por eso que debemos, como profesionales, trabajar sobre marcas más sociales, más cercanas a nuestro consumidor.

Las redes sociales son un conjunto de nodos interconectados que forman una estructura de individuos y/o instituciones organizada culturalmente con un propósito en común, que puede ser solidario o no.” (Del Fresno, 2012). Lo más importante es entender que este conjunto de nodos digitaliza, a través de diferentes plataformas, aquello que sucede en la vida real: alegrías, enojos, miedos, deseos y todo tipo de sentimientos, experiencias y opiniones.

Como responsables de marketing y comunicación, debemos entender este fenómeno (ola digital), para poder adecuar nuestras estrategias de negocio a consumidores más informados y decididos que ya no solo quieren escuchar lo que tenemos para decir, sino que quiere expresarse y ser parte.

La revolución digital nos obliga a revisar los paradigmas actuales de conducción empresaria. Debemos romper con la lógica transaccional tradicional para comenzar a incorporar un (nuevo) paradigma en donde el vínculo debe ser el centro de toda estrategia de negocios.

Las marcas y las empresas no son nativas digitales, por lo que el desafío está en construir identidades sólidas, basadas en personalidades agradables y reales. La velocidad del mundo digital nos obliga a conocer más a nuestros clientes, a interesarnos de manera sincera por sus necesidades, a escuchar su voz y a actuar en consecuencia.

Ser una marca social es entonces poder entender el cambio que plantean las plataformas digitales, es lograr conectar con nuestros consumidores de manera real a través de una co-propuesta de valor, y fundamentalmente, es generar vínculos a largo plazo.

Gustavo Banchero
Director del Área de Branding & Comunicación.